Cuando hablamos de la conservación de un piso de madera hay factores que hay a tener en cuenta, el aporte de humedad en todas sus formas, el cuidado del uso y el cuidado de su terminación, sean lacas o cera.
Con respecto a las humedades hacemos hincapié en el cuidado de entradas de agua (aplicadas con intención de limpieza o posibles filtraciones) o inundaciones tanto como en el agua que puede venir de cimiento por aislaciones incorrectas o inexistentes. La humedad que se encuentra en el ambiente no puede afectar de una manera notoria a nuestro piso ya que la madera trabaja de forma natural tomando y expulsando la humedad de forma pareja.
En cuanto a su cuidado en uso debemos ser cuidadosos con la caída de objetos puntiagudos o golpes fuertes, ya que es imposible revertir la marca profunda luego.
La conservación del recubrimiento de los pisos es sencilla, en el comercio actual ya existen productos específicos según el tipo o la marca de hidrolaca o plastificado que se le aplicó al piso, estos productos tienen una aplicación especial que al finalizarla el producto habrá quitado la mayor parte de las marcas de la terminación, a excepción de las marcas profundas o las marcas que llegan a la madera. En cambio, si es una terminación con cera, no se encontraría tan protegido del desgaste pero su mantenimiento es más habitual con una película, no muy gruesa, que hará desaparecer las líneas superficiales en cada uno de sus nuevos apliques.
Evite los cambios bruscos de temperatura en su piso. Esto incluye los caños de calefacción que suelen estar colocados demasiado cerca de la carpeta. En el caso de estar los caños colocados contra la superficie es necesario interponer un fenólico antes de ser colocada la madera para así disminuir el golpe de temperatura que llega a la madera. El mayor problema que estos caños generan es que con el tiempo las maderas que debajo sufren ese calor constante y brusco van a comenzar a agrietarse y los adhesivos, con los que las tablas fueron adheridas a la carpeta, comienzan a perder propiedades y termina con el despegando de tabla de la carpeta, lo que también deja visible sobre el piso el recorrido por donde pasan los caños. He aquí la diferencia con la loza radiante que si bien también aplica calor a la madera, es un producto que aplica la temperatura de forma pareja sobre todas las tablas y más que nada no lo hace de manera brusca, la loza radiante comienza a calentar lentamente las maderas hasta llevarlas a la temperatura indicada (pero esto no quita la colocación con fenólico).
Debe evitar la constante exposición al sol ya que es uno de los factores que afectan a los taninos de la madera. Esto hará que su piso vaya perdiendo color con el paso del tiempo.
Tablas dañadas y despegadas por el ingreso de humedad abundante.